El
Sueño de Tomás
(Cuentos de Ciencia Aflicción)
(Autor: Teodora Nogués)
Tomás
Hay una pared mojada a punto de
derrumbarse.
Estamos en mi casa, pero no es
como mi casa, es como la casa de mi hermano.
Necesito salir corriendo a ver
qué pasa en el edificio, pero no puedo porque no encuentro mi zapato. A Ella le
pasa lo mismo, los dos terminamos de vestirnos, pero nos falta un zapato
que no aparece, estamos inmovilizados.
La casa se empieza a llenar de
gente, pero no conozco a nadie. Pregunto si alguien es del edificio, para dar
con el vecino de la pared contigua.
Aparece una vieja que me empieza
a acosar. Ella se ríe viendo como trato de sacarme a la vieja de encima; le
pregunto si no vio mi zapato.
-Ah, si, tu zapato lo vi por ahí- Me contesta, todavía riéndose.
Siento que hace una eternidad que
estoy atrapado por no tener el zapato para salir corriendo. Y ella supo dónde
estaba todo el tiempo, ella tenía la solución y no me lo dijo.
Ella
Siento muchos celos de la vieja que
está forcejeando con Tomás. El esfuerzo que hace para sacársela de encima, nunca lo hará por
mí, ni para sacarme de su vida, ni para que me quede.
La pared se está viniendo abajo.
Tomás me pregunta si no vi sus zapatos. Quiero que salga corriendo descalzo
conmigo, para que la pared no nos aplaste, pero él insiste y sé que no puedo obligarlo a obrar como yo
quisiera. Veo sus zapatos debajo del sillón que está justo contra la pared que
se está cayendo. Si le indico dónde están, va a ir por ellos aunque le cueste
la vida.
La Vieja
Estoy en la casa de mi infancia,
pero no es la casa de mi infancia. Me doy cuenta de en realidad estoy en
Argentina, porque lo veo a mi nieto en la habitación, pero hay un bombardeo
como los que había en mi tierra.
Una pared está a punto de
derrumbarse sobre mi nieto, lo abrazo para protegerlo con mi cuerpo, que no es
el de ahora sino el que tenía cuando era joven. De pronto mi nieto no es mi
nieto, es su abuelo con la misma apariencia de cuando lo conocí. Lo abrazo, lo
acaricio, le digo que lo extraño todos los días desde que partió, pero él me
empuja y ya no es más él, es mi nieto que de pronto ya no es mi nieto, es un joven que no conozco.
La Pared
Siento una humedad que nace de mis cimientos. Me resquebrajo, me voy
desmoronado lentamente. Hay mucha gente a mi alrededor, pero es como si
estuviera sola. Nadie intenta sostenerme. Todos se alejan y me dejan caer.
El Zapato
Intento no respirar, para que el sonido del aire no me delate. Sé que si
él me ve, no tengo escapatoria. De pronto, ella descubre mi escondite, le hago
una seña, le suplico con la mirada que no diga nada. Unos instantes después
siento las manos de él agarrándome y su pie que me aplasta.
El Hermano
Veo toda mi casa, pero no estoy en mi casa.
En mi cama veo a Tomás y una
mujer desnuda que le besa un hombro antes de levantarse.
Empieza a brotar agua de una pared, entonces Tomás también se levanta.
Ambos buscan sus ropas desparramadas por la habitación, el pasillo y el living.
Ya están vestidos, pero descalzos
cuando la pared empieza a desmoronarse.
La mujer le extiende una mano a Tomás y le señala la puerta. Tomás le
pregunta por su zapato.
Ella duda, mira la puerta, mira
el sillón y lo señala. Tomás se tira bajo el sillón para agarrar su zapato
mientras ella sale corriendo sola.
Impresionante!!!! Excelente!!! Muy bueno!!!!
ResponderEliminarImpresionante!!!! Excelente!!! Muy bueno!!!!
ResponderEliminarGracias, Laura!!!!!
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